Cualquier lesión en las extremidades del animal, ya sea de origen muscular, infecciosa u ósea, suele derivar en cojera. Un caballo que padezca de cojera de uno de sus miembros, tendrá una temperatura más alta de lo normal, cabeceará al pisar con dicha extremidad y apoyará en el suelo la punta del casco afectado. Muchas veces la cojera se debe a un cuidado deficiente de los pies, con lo que éstos se agrietan y se infectan, formándose dolorosos abscesos. Si esto ocurre habrá que remojar el pie en un baño de agua salada durante al menos un cuarto de hora. Después se aplicará una cataplasma de caolín o de arcilla con unas gotas de aceite esencial antiséptico como el espliego, que será bien vendado. También hay preparados farmacéuticos especiales para hacer cataplasmas.
Otro tipo de infección causada por una falta de higiene de los cascos es el arestín, una infección prvocada por un hongo que se aloja en la ranilla del pie y que provoca un olor nauseabundo, como l del queso podrido. Ésta se puede subsanar con una limpieza regular y un preparado antiséptico.
La laminitis, vulgarmente conocida como enfosaminto, es una enfermedad que también afecta a los cascos, quque reviste mucha mayor gravedad que las dolencias anteriormente descritas por ocurrir en el interior del mismo. La laminitis consiste en una inflamación de la lámina sensitiva del interior del casco y es un proceso muy doloroso. Aunque normalmente se da en los cascos delanteros, algunos animales también la presentan en los traseros.
Un caballo con laminitis no quiere estar de pie ni andar por el dolor que esto le produce. Además cuando permanece levantado el animal adopta una postura extraña, con los miembros delanteros extendidos hacia delante para que sean los talones los que soporten el peso y con los cascos traseros encogidos para no cargar tanto peso en las manos. Si ocamos los cascos afectados, comprobaremos quie están muy calientes. Taqmbién son síntomas típicos la inmovilidad del animal, la fiebre y el elevado número de pulsaciones. Los talones desgastados y las puntas de los cascos alargadas también son claros indicios de laminitis, pudiendo incluso separarse la muralla de la planta en la punta del casco, con lo que el tejido córneo se desmenuza y se pudre.
Aunque la causa de la laminitis no está clara del todo, parece ser que está provocada por la liberación de toxinas en algún punto del organismo del animal, lo que dificulta que la sangre circule adecadamente por el casco. La laminitis se da en caballos sobrealimentados, sbre todo aquellos que han recibido comida excesivamente rica en proteínas. También se ha observado en animales tratados un tiempo prolongado con fármacos, en ejemplares que han sufrido infecciones (de útero, por ejemplo) o en caballos con tuores en la glándula pituitaria.